Ejercicios para personas con enfermedades crónicas

La actividad física en pacientes con enfermedades crónicas no sólo reduce los síntomas o previene la evolución de la afección, sino también genera muchísimos efectos positivos. Desde reducir el estrés y reforzar el sistema inmunológico hasta disminuir la presión sanguínea y el colesterol, el ejercicio moderado optimiza tanto la salud física como mental.

Existen muchísimos estudios que analizan la relación entre ciertas actividades y determinadas complicaciones de salud y muchas sugieren que algunos deportes o entrenamientos son más beneficiosos para unos que para otros.

Ejercicios para problemas de espalda

Aquellos que padecen dolor de espalda crónico deben, en primer lugar, dejar de pensar que la actividad física puede hacerles mal. Al contrario, practicarla con regularidad alivia la rigidez y la debilidad muscular, fortaleciendo los músculos que brindan apoyo a la columna vertebral.

Los especialistas en rehabilitación sugieren concentrarse en hacer estiramientos para aumentar la flexibilidad de los músculos que dan sostén a la columna (los de la espalda, piernas, nalgas y alrededor de la columna). Además de realizar ejercicios para reforzar los músculos abdominales, que previenen complicaciones mayores. En cuanto al ejercicio cardiovascular, las actividades de bajo impacto, como nado y bicicleta, te protegerán a futuro.

Ejercicios para diabéticos

La Asociación Canadiense contra la Diabetes cree firmemente que la actividad física debe ser recetada como método para reducir la glucosa (ya que ofrece los mismos beneficios que los medicamentos sin contar con los efectos adversos).

Es importante que junto con una alimentación saludable, los pacientes realicen 150 minutos semanales (unos 20 minutos al día) de ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso combinado con una rutina para aumentar la fuerza y la resistencia.

Ejercicios para la artritis

Si se sufre de artritis, la inactividad puede empeorar los síntomas en lugar de revertirlos. Si se hace de manera apropiada, la actividad física debería reducir el dolor y la rigidez articular, mejorar o mantener el rango de movimiento alrededor de las articulaciones y hacer que ciertas tareas cotidianas, como bajar del vehículo o subir las escaleras, sean más llevaderas.

El entrenamiento para personas con este padecimiento debe ser aeróbico, de bajo impacto, con una duración de 30 a 60 minutos 5 días a la semana y acompañarse con ejercicios para fortalecer y estirar los grupos musculares más importantes.

Ejercicios para la salud cardiaca

Los expertos en rehabilitación cardiaca prescriben diversos ejercicios para reducir la presión arterial y el ritmo cardiaco y para reforzar la capacidad aeróbica del paciente (es decir, la habilidad de administrar correctamente el oxígeno). Tanto la actividad aeróbica como el entrenamiento de fuerza favorecen la prevención y la recuperación de afecciones cardiacas (sin contar con los efectos secundarios de los medicamentos).

Ejercicios para la presión arterial

Si bien no hay un ejercicio en particular, la actividad física ayudará a mantener una buena salud integral, disminuyendo la presión arterial, aumentando la energía, la resistencia, el equilibrio y la calidad de sueño, a la vez que alivia la depresión, reduce el colesterol y otras tantas enfermedades crónicas. Es importante respetar la dosis, como haría con cualquier otra medicación. Si se compromete a hacer 20 minutos al día de deporte moderado a vigoroso estará más cerca de tener un corazón sano!

Ejercicios para el insomnio

A la hora de recomendar actividad física para tratar los trastornos de sueño hay buenas y malas noticias. La buena es que al ejercitarse con regularidad mejorará la calidad y la cantidad de sueño. La mala es que los resultados no son inmediatos. Se estima que demorará aproximadamente 4 meses poder ver los efectos calmantes del deporte. Además, dormir y hacer ejercicio están íntimamente relacionados, ya que estar activo es fundamental para descansar bien y, si no lo hacemos, no rendimos lo suficiente durante un entrenamiento. Se requiere constancia y paciencia, pero con el tiempo verás los resultados.

Ejercicio para el envejecimiento

No quedan dudas que hacer ejercicio amortigua el impacto de los años sobre el cuerpo. El truco es elegir correctamente el tipo de actividad física para no ocasionar lesiones permanentes o dolor crónico. Los deportes de alto impacto en la tercera edad pueden causar agotamiento, molestias severas y lesiones. Un programa de caminata moderado combinado con actividades de resistencia y flexibilidad son básicas para garantizar una vida saludable y libre de dolores sin importar la edad que se tenga.

Es importante consultar a su médico antes de iniciar algún programa de ejercicio. Si recibe autorización, pídele asesoramiento a un entrenador personal o kinesiólogo antes de elaborar tu rutina de ejercicios