Prevenir te puede salvar la vida Cáncer de mama

Una buena salud está definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “El bienestar biopsicosocial con capacidad de funcionamiento y en armonía con el medio ambiente, en ausencia de enfermedades o afecciones”, teniendo esto en cuenta, para estar saludables habrá que evitar enfermedades por medio de la prevención.

Esta vez hablaremos de una enfermedad o patología que a todos nos concierne, ya que es de las primeras causas de muerte en México: cáncer de mama.

En las últimas décadas se han registrado en México cambios sustanciales en su estructura y dinámica poblacional, que lo han llevado a una transición demográfica y epidemiológica. La transición demográfica se ha reflejado en modificaciones importantes en la estructura de la población, la cual muestra, hacia finales de 1998, un angostamiento en su base con un mayor crecimiento de los grupos de adolescentes y mujeres de 45 y más años de edad.

Las estimaciones de población femenina de 40 y más años en este país para el año 2015 representaban el 26.8 por ciento de la población femenina total. Según las estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) para el año 2020, este grupo será de 14% de los 40 a los 49 años y de 18.4% de los 50 a los 69 años.

En las mujeres mexicanas, a partir del año 2006, el carcinoma mamario se convirtió en la primera causa de muerte por cáncer. Es la causa con mayor mortalidad en la mujer con 522 mil defunciones anuales, lo que representa un 14.7%, de las cuales ocurren más en países desarrollados. La edad promedio de presentación de los casos de cáncer de mama es de 54.9 años, la incidencia más alta en el número de casos se registra en el grupo de 50 a 59 años con el 45% de todos los casos.

Existe suficiente evidencia científica que confirma que en los países desarrollados un programa de tamizaje organizado y realizado de manera óptima, tiene el potencial de reducir entre el 20 y 40 por ciento la tasa de mortalidad y la carga de la enfermedad en la población en riesgo.

Prevención y detección temprana

La prevención básica consiste en tres tipos de intervención, de acuerdo con el grupo de edad o vulnerabilidad:

1. Autoexploración

2. Examen clínico

3. Mastografía

La autoexploración se recomienda después de los 20 años, realizándola por lo menos una vez al mes, y se lleva a cabo en casa y frente a un espejo.

Es por esto que se recomienda conocer las características normales de las mamas y demandar atención médica si se descubre alguna anormalidad, como puede ser: masa o engrosamiento en la mama o cerca de ella, o en el área debajo del brazo; cambio en el tamaño o la forma de la mama; hueco o arruga en la piel de la mama; pezón que se vuelve hacia adentro; líquido que sale del pezón, que no es leche materna, especialmente si es sanguinolento; piel con escamas, roja o hinchada en la mama, el pezón o la aréola (área oscura de piel que rodea el pezón); huecos en la mama parecidos a la piel de la naranja (se llama piel de naranja). Y aunque ninguna es diagnóstico de certeza de cáncer de mama, se debe consultar al médico inmediatamente ante cualquiera de estos signos.

El examen clínico se recomienda después de los 25 años de edad, una vez al año. Consiste prácticamente en la misma inspección, pero realizada por un profesional de la salud, incluyendo la identificación de factores de riesgo, así como necesidades especiales en mujeres de alto riesgo.

La mastografía se recomienda en mujeres de 40 a 69 años con más de dos factores de riesgo, los que se clasifican en modificables y no modificables. Estos últimos son:

1. Ser mujer

2. Edad: 40-69 años

3. Historia personal o familiar de cáncer de mama

4. Primer ciclo menstrual antes de los 12 años y último ciclo menstrual después de los 52 años

5. No tener ningún embarazo o que el primero sea después de los 30 años

Los factores de riesgo modificables y que aumentan el riesgo son: alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra, obesidad, sedentarismo, alcoholismo o tabaquismo. Así, también, existen conductas favorables para la prevención, como es la dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas animales, 30 a 60 minutos diarios de actividad física y consumo de ácido fólico.

Por lo tanto, todas las mujeres mayores de 40 años se deben realizar una mastografía al año, los primeros tres años y, posteriormente, una cada dos años.

En México, el sector salud promueve estos tres tipos de prevención y la Secretaría de Salud del Estado tiene a su servicio los centros de salud para realizar examen clínico de mama sin costo alguno, e incluso, sin tener ningún servicio de seguridad social.

Esto permite un incremento en la cobertura de manera eficiente y eficaz, y garantiza el diagnóstico y tratamiento oportunos del cáncer de mama, elevando de manera sustancial el beneficio de la mastografía a las mujeres que viven en el Estado.

En COSTAMED, tenemos el servicio de ginecología y obstetricia donde realizamos un examen clínico y ultrasonido mamario como método de screening, sin olvidar la importancia de realizar la mastografía.

La prevención y detección tempranas es la única forma de evitar enfermedades agudas o crónico degenerativas. Revísate, auto explórate y acude a tu médico ante cualquier anormalidad. No lo dejes para mañana, ¡CUÍDATE HOY!

Por: Dra. Carla García Castanedo
Ginecología y Obstetricia
COSTAMED
Ced. 10336492

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