Diseño para todos

La accesibilidad es una necesidad para personas con discapacidad permanente o temporal y una ventaja para todos los ciudadanos. Uno de los objetivos del diseño universal es permitir que todas las personas, sin excepción, puedan desplazarse con seguridad tanto en el hogar, en las calles, parques, museos, edificios públicos, etc., disminuyendo los riesgos de accidentes, lo que les da seguridad y reduce la exclusión intencional y afectaciones psicológicas, porque el humano es un ser social y no se entiende fuera de la sociedad.

El Diseño para Todos tiene su origen tanto en el funcionalismo escandinavo de los años cincuenta como en el diseño ergonómico de los sesenta, y existe también un antecedente sociopolítico en las políticas del bienestar escandinavo. Fruto de todo ello, Suecia, a finales de los años sesenta, forjó el concepto de “Una sociedad para Todos”, que se refería principalmente a la Accesibilidad para todos. Este enfoque ideológico fue plasmado en las Normas Uniformes de las Naciones Unidas sobre la Igualdad de Oportunidades para las personas con Discapacidad. El núcleo de las Normas Uniformes de Las Naciones Unidas sobre la Accesibilidad, en un contexto conciso y de igualdad, promovió el desarrollo de la filosofía del Diseño accesible para Todos.

El Diseño Universal es un concepto ideado por el arquitecto norteamericano Ron Mace que consiste en diseñar y construir entornos que sean utilizables por todas las personas en la mayor medida posible. El término de accesibilidad universal no se refiere a una arquitectura ortopédica, sino a medidas de seguridad y normas de accesibilidad para que cualquier persona, independientemente de su edad, de sus limitaciones motrices, auditivas y visuales, pueda acceder, moverse y salir de un edificio público o privado sin ayuda de otra persona, de manera segura y sin riesgo de accidentes.

Su objetivo es simplificar la vida de todos, haciendo que los accesos y los mobiliarios, tanto de edificios públicos, como los mobiliarios urbanos y las viviendas en general, las comunicaciones, así como el entorno, sean más útiles y aprovechables para un mayor número de personas, con un costo adicional bajo o nulo, y un diseño habitual y normalizado.

El siglo XX fue el de la gran explosión urbana, y este nuevo siglo XXI será el de la consolidación del hombre como ser humano, independientemente de su sexo, raza, edad y/o discapacidad. Así mismo, la media de vida de la sociedad actual va aumentando gracias a los avances médicos y tecnológicos, y el colectivo de ciudadanos que padece problemas de movilidad reducida, temporal o definitiva, es cada vez mayor. Actualmente, cerca del 84 % de la población del Estado de Quintana Roo es mayor de 18 años y participa activamente en el desarrollo laboral, en frecuentar centros de diversión, en sufrir accidentes que causan discapacidades temporales o permanentes, en tener bebés, atender niños y padres adultos mayores, en envejecer, en padecer algún tipo de reducción de facultades, etc.

Por todo ello, las acciones tendientes a mejorar la accesibilidad y evitar o suprimir las barreras arquitectónicas, urbanísticas, en el transporte y en la comunicación, coadyuvarán a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos, permitiendo que la mayoría de los habitantes se integren al tejido social, por el hecho de que estas intervenciones son absolutamente necesarias para que ellos puedan vivir totalmente de manera autónoma e independiente, o con la mínima ayuda de otra personas. 

El Diseño para Todos es el diseño que tiene en cuenta la diversidad humana, la inclusión social y la igualdad. Este acercamiento integral e innovador constituye un reto creativo y ético para todos los responsables de la planificación, el diseño, la gestión y la administración, así como para los políticos, y es un elemento que hay que incluir en las estrategias proactivas del desarrollo sostenible.

Es muy común que los diseñadores conciban como usuario final a un individuo similar a sí mismos, o que cumpla con los parámetros antropométricos estándar. De este modo, el producto final será idóneo para que lo utilice una persona gemela al diseñador o de edad media, altura media, peso medio, capacidad intelectual media, y muchos más etcéteras medios. Pero la realidad es que el hombre estándar no existe, sino que es una ficción surgida del cálculo de la media de muchas personas no estándar.

“El éxito o fracaso de la interrelación de un individuo con el medio depende básicamente de sus capacidades y de las características del entorno.”