Cenotes urbanos Espeleología urbana en Playa del Carmen, Quintana Roo El monstruo de la cueva

Un día llegaron muy emocionados al Planetario de Playa del Carmen un par de niños para contarnos que se metieron varios de ellos al cenote que está en el parque de su colonia a explorar. “Entramos con la luz de los celulares y fuimos profundo en la cueva, cuando de pronto algo se movió al fondo. Nos asustamos y salimos corriendo, uno de nosotros se cayó, fue muy emocionante. Y pensamos que fue un monstruo”... Les comenté que seguramente no fue un monstruo y que entraríamos a esa cueva para explorarla correctamente, hacer el mapa y para que vieran que no existía ningún monstruo adentro.

Un buen día me reuní con los chicos y decidimos entrar a la cueva de su colonia. Llegamos a un parque entre casas, con columpios y otros juegos para niños. Abrimos la malla ciclónica que rodea un colapso del cual salen dos árboles de unos 6 metros de alto que dan sombra a ese único lugar. Les mostré la manera de usar los instrumentos de medición y con poco equipo, lámparas de mala calidad, de hecho alguno de ellos ni siquiera casco tenía, ingresamos a la cueva.

Después de esa experiencia decidimos continuar con las exploraciones...

Cenotes urbanos

El proyecto ha ido creciendo desde entonces, gracias a espeleólogos, a fuentes ciudadanas que incluso nos han dejado entrar a sus casas y propiedades, tenemos hasta el momento localizadas, más de 200 entradas a cuevas o cenotes en el área urbana de Playa del Carmen, la gran mayoría aún sin explorar, así que decidimos organizarnos y ahora tenemos objetivos, metas y formas de trabajo bien definidas.

El proyecto se llama Cenotes Urbanos de Playa del Carmen. Está compuesto por voluntarios y voluntarias de todas las edades. Hasta el momento van cerca de 100 personas las que han colaborado con el proyecto, la mayoría de las cuales jamás había entrado a una cueva. Hemos recibido donaciones de equipo por parte de empresas y sociedad civil, nos han realizado muchas entrevistas, hemos llevado clubes de ciencia a las cuevas, a estudiantes de geofísica, realizado actividades de cuenta cuentos en cenotes y estamos en contacto con instancias de gobierno para la protección de estos importantísimos entornos.

Nuestro objetivo principal es “lograr la conservación de los entornos subterráneos de Playa del Carmen, a través de la apropiación social de los mismos”. Como objetivos secundarios tenemos: generar el catastro de cenotes, cuevas y cavernas de Playa del Carmen, así como incentivar la participación ciudadana. Tenemos la meta de realizar un mapa a la semana… y lo hemos logrado.

Actualmente hemos mapeado 30 cuevas y dentro del proyecto hallamos un adoratorio maya conservado en un gran porcentaje, con estuco y que cuenta en su interior con una gran estalagmita que pudo haber sido llevada hasta ese lugar, así como otros vestigios mayas, entre ellos una vasija, especies endémicas de cuevas de la península de Yucatán, formaciones extraordinarias y lugares maravillosos dentro de la ciudad. Sin embargo, frecuentemente, también hallamos alteraciones recientes en los entornos subterráneos como pilotes de construcción, castillos y cimientos, bardas, tubos de extracción de agua, tubos de drenaje, basura y cenotes altamente contaminados.

Lo que sigue

Confiamos en que este proyecto trascienda para la apropiación social de los entornos kársticos y su biodiversidad, que incida en la creación y refuerzo de las políticas públicas al respecto, que la sociedad se vuelva “guardián” de las cuevas y que finalmente nos demos cuenta que Playa del Carmen es una ciudad sobre cuevas, que las cuevas en este lugar son nuestro PATRIMONIO GEOLÓGICO y que debemos además de sentirnos orgullosos de él, protegerlo para siempre, que las futuras generaciones conozcan la belleza, importancia, fragilidad y magia de las cuevas, cavernas y cenotes.

Por cierto, el niño que pensó ver un monstruo en la cueva, encontró una especie de anguila ciega endémica de cuevas de la península, en la misma cueva donde entraban hace tres años. Su nombre es Talismán Cruz y ahora está estudiando la biología de esta especie. Desea hacer un artículo científico antes de cumplir 16 años. Finalmente halló a su monstruo, es real y ahora lo estudia con el método científico. El desconocimiento y curiosidad evolucionaron a la luz de la exploración y la ciencia.

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