Sabías que...

El material más resistente creado por la naturaleza

Elástica y estable, a igualdad de peso, la telaraña es cinco veces más resistente que el acero, con cualidades adicionales. Gracias a las simulaciones por ordenador y la observación experimental de las telas de araña, se ha podido determinar con firmeza que es el material más resistente de la naturaleza.

Gracias al Instituto tecnológico de Massachusetts y el Instituto politécnico de Turín ubicado en Italia han conseguido afirmar mediante experimentación que 
ofrece una durabilidad independientemente de la fortaleza de la seda con la que esté construida, debido en parte por su diseño mediante hebras individuales que resisten diversos entornos. “Dragline” es conocido como el hilo de seguridad que preserva la estructura e integridad de cada tela y que ofrece elasticidad y humedad, siempre situado en los anillos concéntricos de la estructura y que como función principal tiene la de capturar a sus víctimas. Según el estudio realizado por estos dos Institutos dicha seda y el diseño de la tela permite que cuando alguna parte de la estructura se ve comprometida, responde la integridad completa avisando a la araña que una presa ha caído en sus redes. Así mismo la misma estructura permite “sacrificar” algunas zonas, que en caso de existir una rotura esta pudiera mantenerse íntegra en todo momento, una estrategia que evita a la araña tener que tejer de nuevo desde cero.

Para fabricar su seda, las arañas cuentan con un complejo equipo. Diversas glándulas del abdomen producen la materia prima, que es una variedad de proteínas que consta de aminoácidos. Aunque no se conoce en detalle la estructura molecular de la seda de la telaraña, esta tiene similitud con la del gusano de seda. Está compuesta de trozos de cadenas de aminoácidos en cristales comprimidos en forma de acordeón, rodeados por hilos sueltos. Al salir de las glándulas, el hilo es presionado y torcido, lo que le da elasticidad.

¿Por qué los CD’s duran 74 minutos?

A finales de los años 70, Sony y Philips trabajaban en un nuevo soporte musical, el CD, que estaba en sus fases iniciales.

Los primeros compact disc, todavía experimentales, tenían capacidad para 60 minutos de audio y un diámetro de 11,5 cm.

Las compañías fabricantes parecían de acuerdo en que esa era una medida estándar perfecta para satisfacer las necesidades de los consumidores.

Pero, el entonces presidente de Sony, Norio Ohga, se dio cuenta de que esos 60 minutos tenían un problema fundamental: en ellos no cabía la Novena Sinfonía de Beethoven. Y el ejecutivo, amante de la música clásica, consideró que aquello no se podía consentir.

La duración de la Novena de Beethoven varía según la interpretación de cada director de orquesta, pero la más larga grabada hasta ahora es la que dirigió W. Furtwängler en el Festival de Bayreuth de 1951. La pieza dura exactamente 74 minutos y 33 segundos.

Por eso, los CD no miden 11,5 cm, sino 12,7 cm, para poder albergar completa esa obra maestra de la música clásica. Esos 74 minutos se convirtieron en el estándar mundial para todas las marcas, y esa duración no ha cambiado hasta ahora.

Quién le iba a decir al viejo Beethoven que una de sus últimas obras iba a ser tan importante en cuestiones tecnológicas...

La saliva más peligrosa del Planeta

Por años se ha creído que las bacterias contenidas en la saliva del Dragón de Komodo (Varanus Komodoensis) eran las que producían la muerte a sus presas, pero estudios recientes han demostrado que este reptil es más peligroso de lo que se pensaba. La combinación de bacterias de su saliva más el veneno contenido en las glándulas salivales cuya modificación es capaz de producir agentes anticoagulantes y vasodilatadores provocando así una pérdida masiva de sangre en sus presas.

De aspecto imponente es el lagarto más corpulento de los que viven hoy día. Puede crecer hasta una longitud total de alrededor de 3 m (2,4 m en las hembras), de los cuales, la mitad corresponde a la cola, y pesar más de 150 kg. Son carnívoros y carroñeros que comen cualquier cosa que puedan dominar, principalmente cerdos, ciervos, cabras, búfalos de agua, serpientes y monos.