Animales Desprestigiados

Sabemos que la cuestión del comportamiento es un asunto complicado. La etología se encarga del estudio del comportamiento y aunque hoy en día la definición de esta parte de la ciencia va más definida al comportamiento animal

También existe la etología humana y su comportamiento que involucra, en ambas, varias ciencias para llegar a encontrar las repuestas sobre los comportamientos en las diferentes especies de animales, incluidos los humanos.

¿Hay animales feos, malos o indeseables...? La respuesta verdadera es NO; sin embargo, en base a nuestros conceptos de formas, culturas y costumbres, vemos demonios en seres que no se acomodan a nuestros gustos y que, por otro lado, contribuyen al equilibrio natural beneficiando al ecosistema, y por supuesto a nosotros mismos.

El Tlacuache o Zarigüeya (orden: Didelpkimorpkia) del cual existían varias especies, aproximadamente dos terceras partes ya están extintas, y las que quedan en peligro de irse para siempre.

Es omnívoro y también se permite cazar animales, limitando su expansión, que pueden ser perjudiciales para nosotros como ratas y ratones que nos siguen por nuestra basura, significando su refugio y alimento. De hecho en las poblaciones de roedores en equilibrio facilita el control de desperdicios.

Animal tímido, lento y gracioso, el Tlacuache, a veces puede parecer feo hasta que lo entendemos y más aún, si tenemos la suerte de poder verlos en su infancia...

El alacrán (orden: Scorpiones), que aquí en la Riviera Maya su toxina no es mortal ni genera grandes complicaciones, es un aliado útil en la batalla contra otros vecinos nuestros como la cucaracha que, gracias otra vez a nuestros desechos, proliferan entre nosotros. Con muy pocos depredadores naturales, la cucaracha, aunque también útil pues es procesadora de desperdicios, su crecimiento poblacional es desmesurado. El escorpión y otros depredadores naturales pueden mantener su población equilibrada.

¿Y qué me dicen de la odiada serpiente (orden: Squamata) en cualquiera de sus géneros y especies? Más de lo mismo, perfectas máquinas biológicas para hacer su labor en la armonía del ecosistema.

En la península de Yucatán existen cuatro especies de serpientes realmente venenosas, a saber: Cascabel, Cantil, Nahuyaca y Coralillo. La bejuquillo sí posee veneno pero es muy leve para el humano. Todas ellas venenosas o no, son parte importante del equilibrio natural y mantienen a la población de roedores y otros seres vivos en los niveles de población adecuados. Por ello es mejor dejarlas en paz en su ambiente o llamar a algún experto para su manejo y llevarlas a su entorno natural.

Las serpientes al igual que otros depredadores persiguen a su presa. Es por ello que si algunos de estos animales “feos” intentan entrar a su casa es probable que alguna de sus presas ya esté adentro.

Me faltan muchos por nombrar, pero recuerde que todos los animales tienen su lugar y labor. Sea SABIO a la hora de proceder con ellos.