Sabías que...

Se le decía “tostón” a la moneda de 50 centavos

Aunque ya perdieron valor, la palabra “tostón” era parte del vocabulario en el pasado e incluso se la llega a escuchar todavía para referirse a las monedas de 50 centavos.

Todos en México, al menos una vez en nuestra vida, hemos escuchado decir frases como: “Por la luna doy un peso, por el sol doy un tostón, y por ti doy todo mi corazón”, o dichos parecidos.

En un primer momento, el término se usó para denominar a aquellas monedas de plata de peso irregular y canto liso que circulaban en las colonias americanas de España durante el siglo XVI. El valor que tenía era de medio duro o real de cuarto, el mismo que se mantuvo al crearse las monedas de 50 centavos, es decir, lo equivalente a medio peso.

Asimismo, a causa del intercambio comercial que había entre España e Italia, se adoptó la palabra italiana “testone”, cuyo significado es cabeza grande, debido a que en las monedas de Milán estaba tallada la cabeza del rey.

Esta forma de tallar a los reyes de Italia muy pronto se hizo famosa en Francia y posteriormente en Europa.

En el caso de México, durante 1955 y 1959, el tostón se refirió a las monedas de 50 centavos con el diseño de Cuauhtémoc. Estaban hechas de bronce, pesaban 14 gramos y tenían un diámetro de 33 milímetros.

En la actualidad, la moneda de cincuenta centavos está en desuso. Sin embargo, el apodo de tostón pasó a los billetes de cincuenta pesos, los cuales tienen una gran circulación y recientemente fueron rediseñados con la imagen de un ajolote.

El único mamífero que no produce sonido alguno es la jirafa.

Esto se debe a que la jirafa es el único animal que no tiene cuerdas vocales. A la hora de comunicarse, produce unos sonidos básicos en tonos tan bajos que son imperceptibles para el oído humano.

Son los mamíferos más altos del mundo. Sus patas llegan a medir 1.80 metros, en promedio miden 5 o 6 metros de estatura, y su cuello hasta 6 metros de longitud.

Sus manchas funcionan principalmente como camuflaje, pero también son un sofisticado sistema que les ayuda a mantener la temperatura corporal ideal en todo su largo cuerpo.

Su corazón es el más grande de todos los mamíferos terrestres, llegando a pesar más de 11 kilogramos, pues se encarga de bombear 60 litros de sangre por minuto, ¡un litro por segundo!

Duermen alrededor de dos horas al día en pequeñas siestas de 5 y 10 minutos y la mayoría de las veces en posición vertical, es decir, duermen de pie.

Las jirafas son sociables y pueden vivir en su medio natural de 20 a 25 años.

El higo es una de las frutas más antiguas del mundo.

Se dice que el higo es la fruta cultivada más antigua. En efecto, en 2006 se descubrieron en el valle del Jordán (Palestina), nueve higos partenocárpicos (cuyo cultivo requería la intervención del hombre), cuya datación se remonta a 9.400 años antes de nuestra era. Los arqueobotánicos consideran que el higo fue domesticado en el Cercano Oriente al mismo tiempo que el arroz en Asia, mil años antes que el trigo y la cebada.

No es de extrañar que la Biblia esté llena de referencias a la higuera (“Habitarán cada uno bajo su vid y bajo su higuera…”).

En Roma, Rómulo y Remo fueron descubiertos por la loba bajo una higuera. Plinio el Viejo ya enumeró unas treinta variedades diferentes de higos en el primer siglo. Más tarde, La Quintinie, el famoso jardinero de Luis XIV, plantó más de 700 higueras en el huerto del Palacio de Versalles, siendo el Rey Sol un gran amante de esta fruta.

En la antigua Grecia, el higo se recomendaba a los deportistas, y Platón lo consideraba el “alimento de los atletas por excelencia”.

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